Jueves Santo. Misa de la Cena del Señor. Esquema para meditar
Toda la celebración queda enmarcada por el amor de Jesucristo que nos amó y nos ama hasta el extremo
Conciencia de Jesús del momento que vive. Ha venido del Padre y vuelve al Padre.
Sabe que el Padre lo ha puesto todo en sus manos.
¿Qué ha puesto en manos del Hijo? El amor extremo, sin medida.
Se nos revela este amor en las palabras y acciones que Jesucristo realiza en la Última Cena.
El amor del Padre se hace visible en la carne del Hijo hecho hombre que nos ama hasta el extremo en las siguientes manifestaciones:.
1. En la institución de la Eucaristía. Memorial de la Cruz redentora. Banquete de la nueva y eterna Alianza. Banquete pascual y nupcial.(Jn y 1Co).
Jesucristo nos entrega la alianza nueva y eterna sellada en su sangre, sangre del Cordero pascual.
El amor de Dios ha buscado siempre establecer una alianza con los hombres. Hoy llega a su plenitud como anticipación de la plenitud que se realiza en la sangre derramada por Cristo elevado en la Cruz.
Cordero manso y humilde degollado en el sacrificio de la Pascua.
Dios y los hombres sellan la nueva y eterna alianza en la carne y sangre del Señor.
2. Institución del Orden sacerdotal.
Para que se renueve y perpetúe la Cena pascual de la nueva y eterna alianza Jesucristo celebra la Cena pascual con los Apóstoles a los que hace partícipes de su consagración sacerdotal
Sumo y Eterno Sacerdote que llama y elige a sus sacerdotes como ministros de la Eucaristía. (cf. Misa Crismal)
Unión íntima entre la Eucaristía y el ministerio sacerdotal.
Jesucristo ungido por el Espíritu Santo como Sumo y Eterno Sacerdote, Víctima Pascual.// Apóstoles y sus sucesores ungídos por el Espíritu Santo para poder renovar el sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza en el banquete de la Eucaristía.. Jesucristo preside y se entrega como alimento y bebida del Pueblo de Dios que camina hacia al Padre.
3. El lavatorio de los pies. Servicio de Cristo a sus discípulos, que Cristo nos entrega como tradición de amor que estamos llamados a vivir. “También vosotros debéis lavaros los pies unos a otros”.
Caridad de Cristo que carga con todos los pecados del mundo y los expía en la Cruz (Siervo de Yahvé).
Porque Jesucristo nos ama hasta el extremo, nosotros podemos amarnos.
Entrega y recepción mutua de la caridad entregada de Cristo.